Atractivos Turisticos
Que la Quebrada de Humahuaca sea considerada patrimonio de la humanidad no es casualidad, sino la sumatoria de una serie de atributos de jerarquía que comprometen a preservar dicho patrimonio.
A lo largo de toda su extensión se destacan atractivos naturales y culturales de singular belleza y relevancia histórica que nos llevan a tiempos anteriores. El Pucará de Tilcara, el Cerro de los Siete Colores, los Angeles Arcabuceros en la Iglesia de Uquía, el Carnaval de Humahuaca, la Paleta del Pintor en Maimará, la Posta de Hornillos son algunos de los imperdibles atractivos de la zona.
Cuando surgió el turismo uno de los principales atractivos fue el clima seco del área que la diferenciaba de otras zonas más bajas del noroeste, las cuales eran bondadosas para pasar el periodo estival.
La Quebrada y sus atractivos culturales:
Ciertas particularidades culturales de la Quebrada también atraen la atención de los turistas, en especial aquellas vinculadas con la cultura aborigen.
En La Quebrada esto es especialmente así, ya que se considera como uno de los lugares en donde mejor se conservan manifestaciones culturales aborígenes dentro del territorio nacional.
Cuando el turismo comienza a desarrollarse en la Quebrada a comienzos del siglo XX, la presencia aborigen en la zona era ampliamente reconocida. En 1908 comienzan las excavaciones en el pucará de Tilcara y la información sobre las civilizaciones que habían ocupado la zona y construido esas edificaciones es difundida por los arqueólogos.
Las oposiciones entre aborígenes y criollos son menos frecuentes; en general, ambos grupos aparecen juntos enfrentando a un enemigo común. Así, la presencia de los aborígenes en las guerras por la independencia nacional era y continúa siendo ampliamente reconocido, tanto como un dato significativo en la historia local y provincial, como en la historia nacional.
A mitad del siglo XX varios acontecimientos del período colonial, pero en especial del independentista, son presentados corno atractivos turísticos. A mediados del siglo XX, aquellos elementos dignos de ser admirados por el turista se limitaban a las construcciones coloniales (especialmente las capillas localizadas en cada uno de los pueblos de la Quebrada) y los hitos o huellas de la historia independentista, fundamentalmente aquellos vinculados a la presencia de Manuel Belgrano en su paso por el lugar durante las campañas al Alto Perú y al tras-lado del cadáver de Juan G. Lavalle hacia Potosí, escapando de las fuerzas rosistas. Es en este contexto histórico de la primera mitad del siglo XX que se planea y se concreta la construcción del monumento a la Independencia en la localidad de Humahuaca, en conmemoración de las batallas por la independencia nacional libradas en la Quebrada.
En la primera mitad del siglo XX los aborígenes que despertaban la curiosidad del turista eran predominantemente aquellos que siglos atrás habían poblado la Quebrada dejando algunas huellas, manifestadas especialmente en las ruinas, en la participación de estos pueblos en las luchas por la independencia y en la toponimia de la Quebrada. Si bien el objeto de mayor admiración e interés turístico lo constituían las ruinas o la información sobre estas civilizaciones "desaparecidas': no se ignoraban los lazos que la población aborigen actual de la zona tenía con estos
Pero no será sino hasta las décadas de 1950 y 1960 cuando comenzaron a valorizarse, en general, ciertos aspectos folklóricos que incluyen cantos, danzas y artesanías del lugar. En este contexto, el folklore quebradeño quedará compuesto por muchos elementos de la tradición criolla y otros de tradición aborigen. También es en este momento (1954) que se declara música y baile regional el Carnavalito de la Quebrada de Humahuaca. Igualmente, habría que esperar a la década de 1960 para que ciertas fiestas populares quebradeñas, como el carnaval, se incorporen como atractivos en los calendarios turísticos. Hacia la década de 1970 la Quebrada como principal destino provincial ya se retrataba de una manera similar a como se realiza en la actualidad.
Cerro de los Siete Colores, caracterizado por su peculiar gama de colores, producto de una compleja historia geológica.
Paleta del pintor, curisoa formación rocosa de diferentes tonalidades
Pucará de Tilcara, joya arqueológica de la Quebrada de Humahuaca. Fue construída por los omaguacas con fines defensivos
Angeles Arcabuceros en la Iglesia de Uquía.